Tal como lo expresó la Organización Mundial de la Salud, optar por una alimentación basada en plantas ayuda a prevenir enfermedades cardíacas, hipertensión, algunos tipos de cáncer, diabetes tipo 2, y con el seguimiento profesional adecuado es 100% completa en todas las etapas de la vida.
Sin embargo, aunque podemos obtener todos los nutrientes que necesitamos de una alimentación de origen vegetal, hay algunas cuestiones que debemos tener en cuenta a medida que pasan los años, como la descalcificación ósea.
Para ello, es importante incorporar alimentos como el tofu, leches y yogures vegetales fortificados con calcio y otras opciones ricas en este mineral como verduras de hoja verde (la col rizada es la que más tiene), los frutos secos (sobre todo los higos), las legumbres (especialmente la soja), los frutos secos (como la chía y el sésamo) y el pan, que suele estar hecho con harina enriquecida con calcio.
También sumar frutas y verduras que poseen antioxidantes y están relacionados con la mejora de los síntomas de la artritis, y alimentos ricos en fibra, con buena calidad de carbohidratos, para la salud intestinal.
“Lo ideal es consumir entre 4 a 8 porciones de estos alimentos al día para cubrir el requerimiento y en las plantas hay fitoquímicos, antioxidantes y otros bioactivos que apoyan la mineralización ósea y ayudan al control de enfermedades crónicas en general. Es importante, en particular respecto al calcio, exponerse al sol 15 minutos para ayudar a fijar el mineral en los huesos y realizar actividad física, la que se prefiera, de manera regular”, agrega la nutricionista Leticia Michelle Aguilar (Cédula 10744589) y colaboradora de GenV.