viernes, 14 de noviembre de 2025

DispatchTrack, visualiza desafíos poco perceptibles en temporada alta como El Buen Fin, cuya edición 2024 volvió a marcar récords de participación y ventas, con una derrama que superó los $173 mil 800 millones de pesos según reportes oficiales. Sin embargo, detrás del éxito comercial se perfilan desafíos menos visibles — pero estratégicos — en la cadena logística: la sostenibilidad de la última milla y la gestión de la logística inversa.
 
“En DispatchTrack vemos que la entrega ya no es sólo velocidad, sino compromiso”, afirma Carlos Díaz Ojeda, General Manager de DispatchTrack Latinoamérica. “Durante El Buen Fin, el volumen se multiplica y con ello la presión sobre recursos, rutas, empaques y devoluciones. Si queremos que la experiencia sea excelente — y responsable — tenemos que pensar más allá de entregar rápido.”
 
Sostenibilidad: un valor emergente en la última milla
El crecimiento del comercio electrónico y las campañas de gran volumen como El Buen Fin obligan a repensar la distribución urbana. Estudios indican que la última milla representa entre el 28% y el 75% del costo total del transporte, y es uno de los componentes más críticos en términos de huella operativa.
 
El mercado mexicano de logística sustentable está valuado en $31 mil millones de dólares, según un análisis histórico de cinco años. Este crecimiento se debe principalmente al aumento de las regulaciones ambientales, la creciente demanda de prácticas sustentables por parte de los consumidores y los avances en tecnología logística, según datos de Ken Research. Este tipo de infraestructura cobra especial relevancia en eventos de alta demanda como El Buen Fin, donde los picos de volumen generan congestión y mayor desgaste logístico.
 
“Reducir trayectos innecesarios, usar flotas eléctricas o híbridas, agrupar entregas… eso es lo que llamamos logística sustentable. Y en temporadas como El Buen Fin, cada optimización cuenta, no solo para la rentabilidad, sino para la percepción de marca y el entorno urbano”, explica Díaz Ojeda.
 
En este marco de El Buen Fin, cuando la demanda logística alcanza su punto más alto del año, Digital Logistic Platform de DispatchTrack representa su propuesta integral que redefine la eficiencia y la trazabilidad en las entregas. La plataforma agrupa soluciones especializadas para industrias como retail, e-commerce, supermercados, alimentos y quick commerce, permitiendo a las empresas responder con precisión y rapidez ante los picos de consumo característicos de esta temporada. Con herramientas que optimizan rutas, integran flotas propias y tercerizadas, y garantizan visibilidad total en tiempo real, DLP convierte la última milla en una verdadera ventaja competitiva para las marcas que buscan destacar por su servicio al cliente.
 
“Cada industria tiene desafíos únicos, y por eso creamos soluciones que responden con agilidad, visibilidad y control total. La última milla no debe ser un problema: debe convertirse en una ventaja competitiva”, afirmó Díaz Ojeda.
 
La otra cara: logística inversa y devoluciones
Más allá de la entrega inicial, la época posterior al evento revela un segundo desafío: la devolución de productos. Según el reporte oficial de El Buen Fin 2024, la satisfacción del comprador digital se mantuvo casi en un 90%, según resultados de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO). Pero muchas veces no se considera que las devoluciones implican desplazamientos adicionales, empaques, y un nuevo ciclo logístico.
 
“Las devoluciones son el eslabón invisible que puede erosionar la rentabilidad y la sostenibilidad de la operación”, afirma Díaz. “Una entrega impecable vale mucho, pero una devolución mal gestionada puede comprometer la experiencia y el impacto ambiental.”
 
En este contexto, emplear tecnologías de seguimiento, optimización de rutas de recolección, y consolidación de devoluciones son estrategias clave para mitigar el impacto. Además, una política clara de devoluciones no solo mejora la eficiencia operativa, sino fortalece la fidelidad del cliente.
 
Implicaciones para marcas, retailers y operadores logísticos
Para las empresas participantes en El Buen Fin 2025 y temporadas similares, las recomendaciones clave incluyen:
•    Invertir en análisis de demanda anticipada y consolidación de rutas para reducir kilometraje y emisiones.
•    Evaluar el uso de flotas limpias, centros de micro-fulfillment y puntos de recogida como alternativas más sostenibles.
•    Diseñar políticas de devoluciones ágiles, escalables y visibles para el consumidor, integradas a los flujos operativos.
•    Considerar la sostenibilidad como factor de marca — cada entrega y devolución comunica una promesa más amplia de responsabilidad.
“Hoy la logística ya no es solo cumplir con el cliente final, sino hacerlo con consciencia”, concluye el directivo. “El Buen Fin ya no puede medirse únicamente en ventas; debe medirse también en cómo se entrega, cómo se devuelve y qué huella dejamos.”