miércoles, 10 de septiembre de 2025
La decisión de adquirir un departamento es uno de los pasos más importantes para las familias jóvenes. No se trata solo de encontrar un lugar para dormir, sino de asegurar un espacio donde puedan crecer, desarrollarse y construir un futuro estable. Bajos enganches
Pero ¿qué es exactamente una familia joven? Generalmente hablamos de parejas en los primeros años de vida juntos, que ya tienen un hijo pequeño o que planean tenerlo en breve. Estas familias suelen estar en una etapa de consolidación: buscan estabilidad, espacios funcionales y financiamiento accesible para dar su primer gran paso hacia la propiedad.
“Las familias jóvenes construyen mucho más que un hogar: construyen sueños y estabilidad. Por eso es vital que elijan espacios seguros, con amenidades que se adapten a sus necesidades, y que aprovechen esquemas financieros que faciliten el inicio de su patrimonio. En Tudepa.com buscamos que cada departamento no solo sea un lugar para habitar, sino un proyecto de vida que crezca junto con ellos”, dice Cristiano Tateshita, CEO de tudepa.com.
De acuerdo con datos de tudepa.com, el precio promedio de un departamento en la Ciudad de México se ubica en $5,243,513 pesos, con un costo aproximado de $54,445 pesos por metro cuadrado (febrero 2025). A pesar de ello, el mercado mantiene un crecimiento de plusvalía cercano al 11%, lo que significa que invertir en un inmueble sigue siendo una decisión inteligente para proteger y hacer crecer el patrimonio familiar.
Para quienes están en este momento de vida, Tateshita subraya tres recomendaciones fundamentales:
Adquirir un departamento en preventa representa una gran oportunidad para las familias jóvenes, ya que les permite acceder a un patrimonio con condiciones financieras más flexibles. Supongamos un inmueble con un precio promedio de $3 millones de pesos en la Ciudad de México. Si el comprador decide optar por un enganche del 11%, estaría realizando un pago inicial de $330,000 pesos, mientras que el resto del monto se financiará a través de un crédito hipotecario.
Una de las ventajas de la preventa es que este enganche no siempre debe cubrirse en una sola exhibición. Los desarrolladores suelen ofrecer esquemas de pago diferido durante el tiempo que dura la construcción. De esta manera, la familia no enfrenta la presión de entregar una suma considerable de inmediato y puede organizar sus finanzas mientras espera la entrega del departamento.
Este modelo ofrece un equilibrio atractivo: por un lado, un enganche suficiente para disminuir la deuda hipotecaria y reducir los intereses a largo plazo; y, por otro, la posibilidad de planificar el pago inicial de forma escalonada, sin desestabilizar la economía familiar en los primeros meses.
Las familias jóvenes requieren opciones de financiamiento accesible. Aunque los enganches bajos desde 7-11% aún dependen de la oferta de cada desarrollador, esta tendencia comienza a cobrar relevancia, pues abre la posibilidad de adquirir vivienda a quienes buscan estabilidad sin comprometer su liquidez inicial, concluyó Tateshita.