En septiembre, se conmemoró el Día Mundial del Corazón, una fecha destinada a concientizar sobre la importancia de cuidar la salud cardiovascular y prevenir enfermedades como hipertensión, infarto y accidente cerebrovascular. La alimentación juega un papel clave en este objetivo, y dentro de ella, el yoghurt se ha destacado como un alimento funcional capaz de apoyar la salud del corazón.
Consumir yoghurt y otros lácteos fermentados de manera regular no solo es delicioso, sino que también puede proteger el corazón y contribuir a una mejor calidad de vida. Más allá de ser un alimento versátil, la ciencia respalda sus beneficios.
Un metaanálisis con datos de más de 385 mil personas en diferentes países encontró que el consumo regular de lácteos fermentados se relaciona con hasta 17% menos riesgo de enfermedad cardiovascular, mientras que el yoghurt se asoció con 22% menos riesgo.
Los hallazgos son aún más contundentes en personas con hipertensión. Quienes consumen dos o más raciones de yoghurt a la semana, como parte de una dieta balanceada, presentan una menor probabilidad de sufrir infarto o derrame cerebral, en comparación con aquellos que lo consumen de forma esporádica. En este grupo, las mujeres reducen su riesgo en 17% y los hombres en 21%.
Pero sus beneficios no terminan ahí, pues consumir yoghurt también puede contribuir a vivir más y con mejor salud, el incluirlo en la dieta se asocia con un menor riesgo de muerte, especialmente por enfermedades cardiovasculares.
La relación entre el consumo de yoghurt y la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares podría explicarse por las propiedades protectoras de sus componentes. El yoghurt aporta micronutrientes y proteínas clave que ayudan a reducir la presión arterial.
Sus grasas saludables pueden ejercer efectos antiinflamatorios, mientras que minerales como calcio, potasio y magnesio contribuyen a disminuir el riesgo de accidente cerebrovascular. Además, los yoghurts fermentados con probióticos poseen un alto potencial antioxidante, lo que puede favorecer un envejecimiento activo.
En el marco del Día Mundial del Corazón, la invitación es sencilla: hacer del consumo de yoghurt un hábito se asocia con un menor riesgo de enfermedades del corazón. Opciones como Activia que contiene probióticos además de favorecer la salud digestiva, pueden convertirse en un ritual delicioso para una vida más saludable.